jueves, 14 de febrero de 2013

Garras de oro


GARRAS DE ORO



FICHA TECNICA:
Director: PP. Jambrina
Producción: Cali films
País: Colombia
Año: 1926
Formato: 35 mm B/N
Duración: 56 minutos (restaurados)




Ver la película, significa ver un día soñado para Colombia en alguna época, donde como dice la película, la hormiga le gana al elefante. En términos de lo que pasa en la película podemos hablar de que es la situación que vive Colombia entre los años 1914 y 1916, donde el gobierno de Estados Unidos a cargo de Theodore Roosevelt estaba a punto de controlar con su poder a Panamá. La historia cuenta como un periódico de la época llamado “the world” intenta ayudar a Colombia a través de sus textos hacia los lectores, donde denuncia la forma de gobierno y los procederes de Teddy Roosevelt. Mientras tanto algunos otros se unen a la causa y ayudan a que tal mal líder se baje de su trono. En la película también podemos ver imágenes metafóricas del tío Sam tratando de inclinar la balanza a su favor con sacos de dinero, lo cual funciona como crítica y protesta por lo que pasó en la vida real, donde Estados Unidos pago mucho dinero por el canal de Panamá. No todo lo presentado en la película es de total ficción. Según algunos análisis y trabajos acerca de esta película por Ramiro Arbeláez de la Universidad del Valle, el periódico “The World” existió y muchos aspectos entre la vida de los espías también. También nos aporta datos curiosos acerca de que estuvo perdida y censurada por mucho tiempo ya que pudo pertenecer a una serie de críticas que en la época se estaban dando contra los Estados Unidos. La película fue perseguida por todos lados, y finalmente es encontrada en Colombia por el director de la cinemateca de la Universidad del Valle, el señor Rodrigo Vidal, actualmente docente de la Universidad Autónoma de Occidente en el Valle del Cauca-Colombia. Solo se pudieron restaurar 56 minutos de la película original, pero es suficiente para entender el argumento de la historia. Otro dato curioso, es el misterio inmenso de quienes fueron el resto de personas que participaron en la realización de la película, o el mismo director PP. Jambrina quien según Ramiro Arbeláez fue un político liberal de la época (1915), llamado en realidad, Alfonso Martínez Velazco, y esta fue su primera y última película que la historia conozca. También hay sospechas de que los actores y las grabaciones se hallan hecho en Italia, según Arbeláez, aunque Rodrigo Vidal dice que muchas de las escenas no fueron necesariamente en Italia, y que existe la posibilidad de que hayan sido grabadas en Colombia. Otro dato curioso es que es la primera película en Colombia que se atreve a trabajar con el coloreado manual en el celuloide, y esto se ve en la vadera de Colombia que es ondeada en las escenas de don Pedro Gonzales.  

Concordando con Arbeláez, la película es completamente una crítica, y uno siente como si se reviviera aquel momento y la mala sensación de tener a los yanquis como siempre, tratando de dominarlo todo. Realmente se despierta una sensación de rabia, pero, que se ve compensado con el final feliz de la historia, donde la buena causa y el verdadero valor ganan contra las malas intenciones de los dominantes. Personalmente me deja muchas sensaciones de felicidad la frase de la película: “la hormiga derroto al elefante”. Es como si de verdad viviéramos en un mundo donde las buenas obras y la buena voluntad ganan sin importar las ventajas o el poder de los mal intencionados. Escuchando a algunos que han visto la película, personas de la tercera edad, me doy cuenta de que Estados Unidos se ha ganado películas con crítica como esta más de una vez por su forma de actuar ante los pueblos del mundo. Estas personas mayores saben cómo han sido muchas situaciones en las que se involucra Estados Unidos y un pueblo, saben quiénes han salido ganando y quienes han salido perdiendo. Por lo cual al ver esta película se generan muchos recuerdos de la historia en donde los pueblos se dejan dominar por “el elefante”. Y es como grato ver al menos en películas como “la hormiga” tiene sus medios para defenderse.

Siento también, muy interesante la historia intermedia que sirve como desarrollo a la película, y es el amor difícil que hay entre Berta y Paterson. Se puede sentir en persona, si se sigue bien la historia de estos dos, la lejanía que hay entre el uno y el otro, y la resignación a dejarse de ver por un buen tiempo. Y según Arbeláez, esta historia alterna a la situación principal es común en las otras películas colombianas de la época como bajo el cielo antioqueño donde también hay una historia de amor.

Entre aspectos técnicos que me gustaría resaltar, es el uso del lenguaje cinematográfico en la película, ya que al tratarse de un político, quien dirigió la película, por primera vez en su vida, creo que hizo un buen manejo de la mayoría de los planos y resulta para mi interesante trabajo, claro que según los historiadores, las personas en cámara, Arnaldo Ricotti y Arrigo Cinotti, eran profesionales del campo cinematográfico en Italia, y ellos pudieron haber dado una gran ayuda a la hora de hacer la película, incluso quizá a veces como directores proyectando la idea de Alfonso Martínez Velazco.

Es también, personalmente, muy interesante como ver a través de imágenes la posición que tienen algunos a la causa de Colombia en la película, ver como todos unidos podemos trabajar para un bien, y que algunos aun no siendo Colombianos se den cuenta de la injusticia que sucede con pueblos amigos. Se siente como si tuviéramos alguien que nos da la razón, y que nos dice, no están solos, algo que para mí sería tan bueno que pasara en los días de hoy, y no solo hacia nuestro País, sino que todos los pueblos del mundo pudieran ser totalmente autónomos para apoyarse los unos a otros. La problemática es que quienes gobiernan no pueden manejar esto de esa manera, y es por eso que en la película no es un gobierno quien apoya la causa de Colombia sino que es un periódico y un grupo de personas con ganas de ayudar. En estos tiempos, los medios de comunicación tienen que tener esa sensibilidad que tuvo “the world” en la película, y así mismo los productos comunicacionales, las películas, la literatura, todo eso sirve, de hecho, PP. Jambrina, (Martínez) quiso hacer un producto comunicacional sensible y protestante a través de esta película. Ese es uno de los fines para los cuales el cine debe estar dispuesto a luchar en estos tiempos, sin importar la censura.

Fuentes:
Una muda conspiración contra Roosevelt: garras de oro - Juana Suarez y Ramiro Arbelaez 

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