lunes, 27 de mayo de 2013

AGARRANDO PUEBLO

UNA BUENA BURLA

Dirección: Carlos Mayolo y Luis Ospina
Año: 1978
Guion: Luis Ospina
Director de fotografía:
Blanco y negro: Enrique Forero, Oswaldo López Color: Eduardo Carvajal y Jacques Marchal
Montaje:
Luis Ospina

Sinopsis: Película de ficción que simula ser un documental sobre los cineastas que explotan la miseria con fines mercantilistas. Es una crítica mordaz a la “porno-miseria” y al oportunismo de los documentalistas deshonestos que hacen “documentales socio-políticos” en el Tercer Mundo con el objeto de venderlos en Europa y ganar premios.

Premios nacionales: Mejor cortometraje argumental en el III Festival de Cine del Instituto Colombiano de Cultura, Colcultura (Bogotá, 1978).

Premios internacionales: Premio Novais-Teixeira en el Festival Internacional de Cine de Lille (Francia, 1978) Mención especial en el Certamen Internacional de Cine Documental de Bilbao (España, 1978) Premio Interfilm en el Festival Internacional de Cine de Oberhausen (Alemania, 1979)


Parece que la “malicia indígena” que caracteriza, a algunos que habitamos el tercer mundo, no es del todo sola o puramente “indígena”. Parece que esta “malicia” también es parte del primer mundo, y muchas veces es más “mala” más mal intencionada, y con miradas corrompidas.

Esta película, es una denuncia directa a todos aquellos que trataron y aun tratan de beneficiarse con el morbo, y con la porno-miseria, aquellos tanto de primer y tercer mundo. No todos buscaban dinero, sino más bien prestigio, ya que para la época de este documental, era bien visto que como realizador te adentraras en temas como estos, y dar una imagen que estas en favor de los “buenos”, que odias a los “malos”  (los imperios que se lucran de los pobres). Pero lastimosamente estos trabajos, bajo esa “buena intención” no tenían ni siquiera una investigación verdadera, con gran compromiso.

Y cualquiera se indignaría como les paso a Ospina y a Mayolo, al ver estas personas descaradas, y luego triunfando en festivales, con los trofeos en alto. Además como dice Luis Alfonso Londoño, el “loco” de la película, que los norteamericanos en cuanto al cine son “las vacas que más cagan”, pero que ya no es así, hay otros que “cagan más alto”, y nosotros los colombianos también podemos movernos en el medio. En conclusión, no somos tan marginales en Colombia.

Es muy interesante este personaje que en la ficción de la película hace parte de la burla que se plantearon entre Luis Ospina y Mayolo, pero que en la realidad, también es parte de la burla, solo que en ese caso, es el “burlado”, y es para él una gran revancha poder burlarse de todos aquellos que le roban fotografías, que se benefician con él. Así como él dice, “soy de los pocos que me doy el lujo de limpiarme con unos billetes” “no sucios, sino recién saliditos del banco”.

Ciertamente esta mirada y esta manifestación burlesca y protestante por parte de Ospina y Mayolo, son en sí pensamientos cinematográficos avanzados para la época.
Se les considera como los genios del cine en su momento, ya que semejante producto, su contenido, su fondo, es construido cuidadosamente, cada imagen, cada comentario, cada grosería, pareciese que va construida de manera correcta en ese mensaje hacia aquellos que les dicen “al que le caiga el guante…”

“…ya tenemos locos, gamines, vagabundos, nos falta otro loco, ¿sabes dónde podemos encontrar un loco?...” “…nos faltan putas…” “…acércate en las texturas los detalles, en la cultura de la pobreza como dice Lewis...”

Cada comentario construido perfectamente. Interesante ese último de la cultura de la pobreza, donde citan a Lewis, quien, en el momento que hacia su obra sociológica y antropológica de un México urbano (la cultura de la pobreza), también se estaba retratando a México, por parte de  Ismael Rodríguez y Luis Buñuel.

Según esta teoría, la pobreza viene siendo, la forma de vida en la que se imposibilita acceder a una calidad de vida digna y no se pueden satisfacer necesidades básicas necesarias, pero la cultura de la pobreza, es la adaptación frustrada a estas condiciones de vida, con resignación, ya que es la solución de muchos individuos.

Así como Lewis abordó familias pobres mexicanas para su estudio, Mayolo en la película también lo hacía, como lo hacen muchos aprovechados en la realidad, que escondidos y amparados por estudios como estos, dicen ir en favor de la sociedad.


La película es excelente, en su fondo, en lo que se quiere transmitir, y es un hit avanzado para su época. Tal vez se necesitó más de un Mayolo y un Luis Ospina en cada país que hicieran más de “agarrando pueblo” porque no solo hubo (y hay) directores y productores inescrupulosos en el cine, sino que también la televisión se aprovecha de esto, en muchos países.

jueves, 23 de mayo de 2013

Cali, ciudad de Luis Ospina



CALI PLANO X PLANO
ADIOS A CALI – ¡AH, DIOSA KALI!

Dirección: Luis Ospina
Año: 1990
País: Colombia- Valle del Cauca
Guion: Luis Ospina
Cámara: Óscar Bernal
Sonido: Hernando Tejada
Música: Germán Arrieta
Montaje: Jorge M. Arias/Héctor Sánchez/Luis Ospina
Jefe de producción: Alejandra David
Coordinación: Diana Vargas
Asistente: José I. Sánchez
Producción ejecutiva: Yolanda Bautista/Doris Eder de Zambrano/María Isabel Caicedo Con: Óscar Muñoz, Karen Lamassonne, Fernell Franco, Ever Astudillo
Producción: La Corporación para la Cultura/UVTV

Luis Ospina, tiene sangre caleña, sangre cinematográfica, y como cualquier caleño, se alarma ante cualquier acontecimiento que pasa en su ciudad. “Adiós a Cali” (1990) es su forma de llorar, y lamentar algo de su amada ciudad, que se le ha perdido.

Este documental, nos expone dos partes, una donde se muestra plano a plano la ciudad demolida, y una segunda parte donde se recoge los testimonios de dos bandos opuestos: los artistas locales que han tratado el tema de la ciudad y los demoledores que se han empeñado en destruirla.

Y a este “funeral” de concreto, llama a colegas suyos, los artistas que viven en la ciudad. Y estas personas, dentro del documental de Ospina al igual que él, se indignan, y más que eso, sienten que se les ha arrancado algo que está ligado a ellos. Fotógrafos, pintores, y otros artistas, expresan su triste sentimiento, el cual afecta directamente en sus obras, ya que muchos de ellos, han tomado como inspiración esa ciudad, grande y llena de magia.

“algunos que pasan lloran y se ponen tristes “…. Es lo que dicen los demoledores, porque a muchos les da rabia por saber que sus casas u otros lugares especiales son acabados. Pero estos demoledores, miran con ojos de renovación, y la mayoría de ellos busca acabar con lo viejo, lo que no sirve. “….que importa si aquí vivió Bolívar, lo que se debe hacer es construir un edificio bonito…”

No viví en 1990 aquí en Cali, pero por lo que muchos dicen, la gente también se indignó, y muchos se rebotaron. Y para Ospina, pareciese que el sentimiento que lo envolvió fuera de profundísima tristeza. Hace una referencia al tiempo de las tinieblas, la era del Yuga-kali (Mircea Eliade): “A medida que nos acercamos al final del ciclo, es decir, al cuarto y último yuga, las “tinieblas” se espesan. El último yuga, aquel en que nos encontramos actualmente, se llama, por lo demás, la “edad de las tinieblas” (Kali-yuga).”

Y es que, en esa era según teorías del tiempo cíclico hindú, las cosas, la vida del hombre, y la vida de todo, tiene un ciclo, una edad de oro, y un final triste y tenebroso. El ciclo de algo se compone de 4 “Yugas”, 4 edades, así la primera edad, la Kritayuga, dura 4.000 años; le siguen treta-yuga, de 3.000 años, dvapara-yuga, de 2.000 años y Kali-yuga, de 1.000, y todo esto es lo que forma un ciclo. Según Mircea, entre cada ciclo, lo que hay es un ritmo creación - destrucción – creación, donde cada vez que hay destrucción o estamos cerca del final de un ciclo Yuga-Kali, corresponde, en el plano humano, una disminución de la duración de la vida, acompañada de un relajamiento de las costumbres y de una declinación de la inteligencia. Esta decadencia continúa en todos los planos -biológico, intelectual, ético, social, etcétera.

O sea que para Ospina probablemente, la demolición de su amada ciudad, era una edad de tinieblas no solo para esta, sino también para el hombre que la habita, el cual como dice Mircea, hay una decadencia total. Y puede que sea cierto, ya que para 1990 en la ciudad de Cali, se daban hechos en la sociedad como por ejemplo el incremento de la mala calidad de vida de la región, según algunas noticias encontradas

“La calidad de vida de los caleños se deteriora cada vez más. Casi las tres cuartas partes de la población de Cali en edad de trabajar tienen ingresos inferiores a los dos salarios mínimos. Aunque la tasa de desempleo ha descendido en los últimos años, el subempleo y la rotación laboral siguen siendo significativos.” El tiempo.

También es interesante el resto de “comentarios” que hace en el documental, ya que a través de estos nos damos cuenta de los detalles de ese sentimiento oculto que tuvo Luis Ospina con este documental. Y así como la anterior cita, que apunta a reflexionar que estamos en degradamiento, esta también pone al ser humano en juicio:

“Cuando hemos aniquilado el mundo y nos quedamos solos, orgullosos de nuestra hazaña, Dios, rival de la nada aparece como una última tentación”  E.M. Cioran

Y es de una texto de E. M. Cioran, un filósofo Rumano, que trata a través de este texto llamado “de lágrimas y de santos” dar un panorama de como la religión,  y la santidad influyen de forma vital en el hombre moderno.

Todos estos “comentarios ocultos” de Ospina apuntan hacia ese sentimiento de que ha habido un cambio en su ciudad, y no ha sido para bien:

“A veces pienso que el mundo está cambiando y que no vale la pena seguir hablando de sí mismo.” Eduardo Escobar

“Así termina el mundo, así termina el mundo, no con una explosión, sino con un lamento” T.S. Eliot
Realmente para Ospina y para muchos caleños que vivieron ese 1990 en Cali, vivieron una gran nostalgia y tristeza por su ciudad.

Fuentes:

miércoles, 1 de mayo de 2013

A LA SALIDA NOS VEMOS


A LA SALIDA NOS VEMOS


Dirección: Carlos Palau
Año: 1986
País: Colombia
Duración: 105 minutos
Genero: ficción/comedia

SINOPSIS Narra la historia de un grupo de colegiales adolescentes en provincia¸ que se pasan la vida tratando de adaptarse a las exigencias de los religiosos responsables del colegio y descubriendo¸ con sorpresa¸ picardía y¸ en ocasiones¸ dolor¸ lo que es de verdad la vida.

PREMIOS NACIONALES: India Catalina Mejor Opera Prima en el 26° Festival Internacional de Cine de Cartagena (Colombia) 1986.

La película “a la salida nos vemos”, es toda una aventura para quien la ve años después de haber pasado por la juventud en el colegio. Como gran parte del cine colombiano, esta película es parte de ese cine anecdótico, que nos muestra panoramas, nos muestra historias que no tienen un fin, sino que son parte de toda una vida.

Las personas mayores, son las que recordarían muy bien estas anécdotas, y saben en el fondo que en el pasado, o en cualquier época, la juventud no fue mejor, siempre ha habido de todo. No podrán negar, haber hecho o visto como las travesuras se iban creando solas por la necesidad de adrenalina que surgía en los ambientes cuadrados, reglamentados hasta más no poder. Y es uno de estos lugares donde se desarrolla esta historia, dos colegios, uno de sacerdotes y uno de monjas, donde la regla es ser rectos, fríos y duros como las vigas que sostienen el colegio.

Debo decir que no fui parte de esos tiempos, y que de todas maneras no todo lo que se proponen en mostrar en la película de esos colegios salesianos es de pura verdad. También salí de un colegio salesiano, y bueno, es obvio que la educación ahora no fue igual que antes, pero que de todas maneras, la comunidad salesiana nunca ha buscado el castigo sin un razonamiento fundado en el amor que se debe tener por el joven. Si hay anécdotas de como la exigencia, la pulcritud, y la cristiandad eran obsesivas, pero nunca represivas, ya que el modelo salesiano, solo se quedaba con los alumnos que deseaban ese tipo de educación, solo se recibían estudiantes en 6 grado, y de allí en adelante, se salían, y si no querían continuar, se les negaba la matricula a los padres, en los casos en los que el estudiante era rebelde por la necesidad de salir, como es el caso de Miguel en la película.

Obviamente en la película no se hace énfasis que es un colegio salesiano, de la comunidad de San Juan Bosco, simplemente representa todos los colegios del momento con esas características represivas, pero muchos reconocen el colegio en Tuluá, donde estudiaron, y vale la pena la aclaración en la buena imagen de la comunidad.

La película es toda una experiencia que hay que ver, para poder vivirla emocionalmente. La emoción, la adrenalina, la sorpresa, el dolor, todo aquello que los jóvenes de hoy y de siempre han vivido. Entre ello, las experiencias de la primera vez. Es la primera vez, escapándose del colegio, es la primera vez para besar, es la primera vez para perder la virginidad, es la primera vez para todo, por ello lleva tanta emoción la historia.

Para mis padres por ejemplo, es como si se regresara a esos momentos, y aunque muchas de esas cosas no las hicieron, el hecho de ver la película hace que sientan como si lo estuvieran viviendo.

Algunos recuerdan, la reducción del momento, los castigos, las penas, las confesiones, las penitencias, todo eso que hoy, no se ve. Gracias a Dios no se ve. De todas maneras, muchos padres, como los míos por ejemplo, ríen al recordar algunos de sus castigos. Y algunos padres quisieran que hoy se castigara así, ya que a muchos los “enderezo” a la fuerza, y les funciono el método.