jueves, 23 de mayo de 2013

Cali, ciudad de Luis Ospina



CALI PLANO X PLANO
ADIOS A CALI – ¡AH, DIOSA KALI!

Dirección: Luis Ospina
Año: 1990
País: Colombia- Valle del Cauca
Guion: Luis Ospina
Cámara: Óscar Bernal
Sonido: Hernando Tejada
Música: Germán Arrieta
Montaje: Jorge M. Arias/Héctor Sánchez/Luis Ospina
Jefe de producción: Alejandra David
Coordinación: Diana Vargas
Asistente: José I. Sánchez
Producción ejecutiva: Yolanda Bautista/Doris Eder de Zambrano/María Isabel Caicedo Con: Óscar Muñoz, Karen Lamassonne, Fernell Franco, Ever Astudillo
Producción: La Corporación para la Cultura/UVTV

Luis Ospina, tiene sangre caleña, sangre cinematográfica, y como cualquier caleño, se alarma ante cualquier acontecimiento que pasa en su ciudad. “Adiós a Cali” (1990) es su forma de llorar, y lamentar algo de su amada ciudad, que se le ha perdido.

Este documental, nos expone dos partes, una donde se muestra plano a plano la ciudad demolida, y una segunda parte donde se recoge los testimonios de dos bandos opuestos: los artistas locales que han tratado el tema de la ciudad y los demoledores que se han empeñado en destruirla.

Y a este “funeral” de concreto, llama a colegas suyos, los artistas que viven en la ciudad. Y estas personas, dentro del documental de Ospina al igual que él, se indignan, y más que eso, sienten que se les ha arrancado algo que está ligado a ellos. Fotógrafos, pintores, y otros artistas, expresan su triste sentimiento, el cual afecta directamente en sus obras, ya que muchos de ellos, han tomado como inspiración esa ciudad, grande y llena de magia.

“algunos que pasan lloran y se ponen tristes “…. Es lo que dicen los demoledores, porque a muchos les da rabia por saber que sus casas u otros lugares especiales son acabados. Pero estos demoledores, miran con ojos de renovación, y la mayoría de ellos busca acabar con lo viejo, lo que no sirve. “….que importa si aquí vivió Bolívar, lo que se debe hacer es construir un edificio bonito…”

No viví en 1990 aquí en Cali, pero por lo que muchos dicen, la gente también se indignó, y muchos se rebotaron. Y para Ospina, pareciese que el sentimiento que lo envolvió fuera de profundísima tristeza. Hace una referencia al tiempo de las tinieblas, la era del Yuga-kali (Mircea Eliade): “A medida que nos acercamos al final del ciclo, es decir, al cuarto y último yuga, las “tinieblas” se espesan. El último yuga, aquel en que nos encontramos actualmente, se llama, por lo demás, la “edad de las tinieblas” (Kali-yuga).”

Y es que, en esa era según teorías del tiempo cíclico hindú, las cosas, la vida del hombre, y la vida de todo, tiene un ciclo, una edad de oro, y un final triste y tenebroso. El ciclo de algo se compone de 4 “Yugas”, 4 edades, así la primera edad, la Kritayuga, dura 4.000 años; le siguen treta-yuga, de 3.000 años, dvapara-yuga, de 2.000 años y Kali-yuga, de 1.000, y todo esto es lo que forma un ciclo. Según Mircea, entre cada ciclo, lo que hay es un ritmo creación - destrucción – creación, donde cada vez que hay destrucción o estamos cerca del final de un ciclo Yuga-Kali, corresponde, en el plano humano, una disminución de la duración de la vida, acompañada de un relajamiento de las costumbres y de una declinación de la inteligencia. Esta decadencia continúa en todos los planos -biológico, intelectual, ético, social, etcétera.

O sea que para Ospina probablemente, la demolición de su amada ciudad, era una edad de tinieblas no solo para esta, sino también para el hombre que la habita, el cual como dice Mircea, hay una decadencia total. Y puede que sea cierto, ya que para 1990 en la ciudad de Cali, se daban hechos en la sociedad como por ejemplo el incremento de la mala calidad de vida de la región, según algunas noticias encontradas

“La calidad de vida de los caleños se deteriora cada vez más. Casi las tres cuartas partes de la población de Cali en edad de trabajar tienen ingresos inferiores a los dos salarios mínimos. Aunque la tasa de desempleo ha descendido en los últimos años, el subempleo y la rotación laboral siguen siendo significativos.” El tiempo.

También es interesante el resto de “comentarios” que hace en el documental, ya que a través de estos nos damos cuenta de los detalles de ese sentimiento oculto que tuvo Luis Ospina con este documental. Y así como la anterior cita, que apunta a reflexionar que estamos en degradamiento, esta también pone al ser humano en juicio:

“Cuando hemos aniquilado el mundo y nos quedamos solos, orgullosos de nuestra hazaña, Dios, rival de la nada aparece como una última tentación”  E.M. Cioran

Y es de una texto de E. M. Cioran, un filósofo Rumano, que trata a través de este texto llamado “de lágrimas y de santos” dar un panorama de como la religión,  y la santidad influyen de forma vital en el hombre moderno.

Todos estos “comentarios ocultos” de Ospina apuntan hacia ese sentimiento de que ha habido un cambio en su ciudad, y no ha sido para bien:

“A veces pienso que el mundo está cambiando y que no vale la pena seguir hablando de sí mismo.” Eduardo Escobar

“Así termina el mundo, así termina el mundo, no con una explosión, sino con un lamento” T.S. Eliot
Realmente para Ospina y para muchos caleños que vivieron ese 1990 en Cali, vivieron una gran nostalgia y tristeza por su ciudad.

Fuentes:

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