miércoles, 1 de mayo de 2013

A LA SALIDA NOS VEMOS


A LA SALIDA NOS VEMOS


Dirección: Carlos Palau
Año: 1986
País: Colombia
Duración: 105 minutos
Genero: ficción/comedia

SINOPSIS Narra la historia de un grupo de colegiales adolescentes en provincia¸ que se pasan la vida tratando de adaptarse a las exigencias de los religiosos responsables del colegio y descubriendo¸ con sorpresa¸ picardía y¸ en ocasiones¸ dolor¸ lo que es de verdad la vida.

PREMIOS NACIONALES: India Catalina Mejor Opera Prima en el 26° Festival Internacional de Cine de Cartagena (Colombia) 1986.

La película “a la salida nos vemos”, es toda una aventura para quien la ve años después de haber pasado por la juventud en el colegio. Como gran parte del cine colombiano, esta película es parte de ese cine anecdótico, que nos muestra panoramas, nos muestra historias que no tienen un fin, sino que son parte de toda una vida.

Las personas mayores, son las que recordarían muy bien estas anécdotas, y saben en el fondo que en el pasado, o en cualquier época, la juventud no fue mejor, siempre ha habido de todo. No podrán negar, haber hecho o visto como las travesuras se iban creando solas por la necesidad de adrenalina que surgía en los ambientes cuadrados, reglamentados hasta más no poder. Y es uno de estos lugares donde se desarrolla esta historia, dos colegios, uno de sacerdotes y uno de monjas, donde la regla es ser rectos, fríos y duros como las vigas que sostienen el colegio.

Debo decir que no fui parte de esos tiempos, y que de todas maneras no todo lo que se proponen en mostrar en la película de esos colegios salesianos es de pura verdad. También salí de un colegio salesiano, y bueno, es obvio que la educación ahora no fue igual que antes, pero que de todas maneras, la comunidad salesiana nunca ha buscado el castigo sin un razonamiento fundado en el amor que se debe tener por el joven. Si hay anécdotas de como la exigencia, la pulcritud, y la cristiandad eran obsesivas, pero nunca represivas, ya que el modelo salesiano, solo se quedaba con los alumnos que deseaban ese tipo de educación, solo se recibían estudiantes en 6 grado, y de allí en adelante, se salían, y si no querían continuar, se les negaba la matricula a los padres, en los casos en los que el estudiante era rebelde por la necesidad de salir, como es el caso de Miguel en la película.

Obviamente en la película no se hace énfasis que es un colegio salesiano, de la comunidad de San Juan Bosco, simplemente representa todos los colegios del momento con esas características represivas, pero muchos reconocen el colegio en Tuluá, donde estudiaron, y vale la pena la aclaración en la buena imagen de la comunidad.

La película es toda una experiencia que hay que ver, para poder vivirla emocionalmente. La emoción, la adrenalina, la sorpresa, el dolor, todo aquello que los jóvenes de hoy y de siempre han vivido. Entre ello, las experiencias de la primera vez. Es la primera vez, escapándose del colegio, es la primera vez para besar, es la primera vez para perder la virginidad, es la primera vez para todo, por ello lleva tanta emoción la historia.

Para mis padres por ejemplo, es como si se regresara a esos momentos, y aunque muchas de esas cosas no las hicieron, el hecho de ver la película hace que sientan como si lo estuvieran viviendo.

Algunos recuerdan, la reducción del momento, los castigos, las penas, las confesiones, las penitencias, todo eso que hoy, no se ve. Gracias a Dios no se ve. De todas maneras, muchos padres, como los míos por ejemplo, ríen al recordar algunos de sus castigos. Y algunos padres quisieran que hoy se castigara así, ya que a muchos los “enderezo” a la fuerza, y les funciono el método.

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